Simplemente Complejo
 
 
 
Hay que estar preparados para aceptar la información que nos llega a través de la visión periférica. Eran las 08:42 de esta mañana y un pequeño pero luminoso ribete dorado destacaba entre las colinas que conforman el precioso horizonte que tengo la fortuna de disfrutar desde casa. Miraba a través de la ventana que permite expandir la vista mientras uno se afana con la ducha matutina. El efecto duró apenas dos escasos segundos, mientras el sol se alza glorioso y sus primeros rayos se difunden y amplifican con los árboles no resueltos que configuran la línea final del horizonte. Este pequeño y efímero detalle engloba todas las definiciones y conceptos de belleza, perdido en la pequeñez del tiempo y del espacio, de la cotidianeidad y del ajetreo de las actividades comunes, es posible percatarse de la profunda belleza casi infinita de un instante.
 
Antxón y Matilde y Silbia y Emilio, con la colaboración de amigos y colegas, son la contundente expresión viva de esta belleza efímera a la vez que permanente, contingente pero necesaria, moderna pero con la carga de todo un universo en evolución. En su incierto pero dirigido quehacer diario hacia la organización y ejecución de las actividades de la Semana de la Ciencia y Tecnología 2006, Antxón-y-Matilde-y-Silbia-y-Emilio encarnan el crisol donde se transmutan el deseo y la incertidumbre, la férrea voluntad frente al reto desconocido, en una síntesis donde se funden belleza y ciencia en una expresión perfecta de uno de los logros más maravillosos de la evolución, que experimentamos en cada uno de nosotros mismos como seres humanos. Desde la amorosa necesidad de difundir la ciencia, a través de la preciosa idea del Sol como motivo, (que aúna sus facetas: astronómica de estrella, biológica de fuente de energía para la vida, y social como objeto de culto para los diferentes pueblos que han sentido su cálido abrazo diario), y por la ardua travesía de la realización y ejecución del multidimensional proyecto. Desde todos estos ángulos, rezuma la belleza. La belleza de la inteligencia consciente de la ciencia a través de sus actores humanos; la belleza del reto activo frente a la pasividad, que encarna el frente de avance del desarrollo social. En fin, la belleza de la naturaleza que reflexiona sobre sí misma, se entiende, se explica y comunica.
 
Los que leéis esto, ya sea que vengáis desde Puebla o desde Cambridge, desde Barcelona o Sevilla, desde Tenerife o Chiclana, desde Nottingham o desde München, desde Brighton o desde Madrid, si esta semana tenéis la fortuna de estar por Granada, no dejéis de visitar el Pabellón del Sol en el Paseo del Salón.
 
 
Ciencia y Belleza. El reto.
sábado 18 de noviembre de 2006