- 1 - Es una crueldad inmensa, inadmisible.
- 2 - Es contrario a la dignidad humana.
- 3 - Es amenazador para el arte, la cultura y la educacion.
- 4 - Es ciegamente anti-ecologico.
- 5 - Es anti-cristiano (lo dice la Iglesia).
- 6 - Es un sucio negocio mantenido por unos pocos.
- 7 - Es una barbaridad rechazada por la inmensa mayoria.
- 8 - Es absurdamente anacronico.
- 9 - Es una vergueza nacional.
-10 - Es perfectamente posible evitarlo.
Probablemente una de las falacias mas enarboladas por los defensores de este salvajismo es afirmar que dar muerte a un animal es lo mejor que se puede hacer para la conservacion de esa especie. Es tan utilizado porque, a pesar de ser un argumento claramente infantil, conlleva una carga tranquilizadora para todos aquellos "aficionados" que sin duda se plantean la discutible moralidad y el egoismo subyacente tras la contemplacion cobarde de la muerte de un pobre animal. "Si con eso le hacemos un bien a la especie" - parece continuar el complaciente argumento - "no solo no es reprochable sino todo lo contrario, es altamente deseable". El caracter auto-convincente subyacente tras esta vision impide ver, a quien se autovanagloria por su "positiva accion" de participar en estas crueldades, que las claras contradicciones que se deducen de la misma quitan toda validez a este egoista planteamiento. Nadie que se aficiona al mundo taurino lo hace por tales consideraciones. Ni toreros, ni empresarios, ni constructores de plazas. Ninguno de los grupos mas interesados en mantener su flujo de beneficios proveniente de este sucio negocio piensa en la salvacion de la especie como objetivo de su tarea. Y si lo hace Nadie en su sano juicio se plantea proponer el toreo de ballenas para evitar la desaparicion de estas, o eliminar la reserva del Serengueti para inventar la leomaquia. Hay multitud de especies en peligro de extincion, y existen en teoria mecanismos para su salvacion, si esta se consensua una vez garantizados los intereses de llevarla a cabo. Estos usuales mecanismos no se han buscado para el toro de lidia. Toda una discusion se debe abrir en estas direcciones, una vez se decida seriamente un plan de incorporacion del toro de lidia a una familia bovina determinada, o la crecion de reservas para la conservacion de este grupo etnico. Cualquiera de estas labores pasa por una previa y urgente eliminacion de todo ataque a cualquier miembro de la misma.
Y desde hace mucho tiempo. Incluso un Papa tan reaccionario y retrogrado como Wojtila lo afirma.
Los intereses economicos detras de este cruel espectaculo estan claros, asi como la selecta minoria de personas y grupos que hacen negocio con el. Basta estimar el volumen de negocio que se mueve detras para explicar consideraciones como la violenta defensa de esta salvaje practica por parte de esos sectores. Pruebas de esa violencia las tenemos en las dificultades, incluso de tipo personal, que atraviesa cualquier iniciativa reivindicativa de la vida de los animales indefensos. El que esos restringidos circulos que se benefician a costa de la barbarie que fomentan, son ademas bastante influyentes a ciertos niveles politicos y economicos, llegando incluso a involucrar a parte de la familia real. Todo esto es sin duda la principal razon por la que aun a finales del S.XX se consigue manipular la realidad primera de estas indignas crueldades, disfrazandola de "fiesta".
Existen multitud de estadisticas que demuestran que la inmensa mayoria de la gente rechaza de plano la muerte sangrienta y gratuita de animales indefensos. Es cierto, aunque no es de extrañar, que no existe buen acuerdo entre todas ellas, dentro de un criterio estricto, pero si que lo hay en que todas reflejan esa repulsa popular a las muertes de los toros.
La cruel ceremonia de dar muerte a un animal indefenso se equipara en multiples aspectos con las luchas de gladiadores, las cruzadas, la Inquisicion, la esclavitud y otros habitos nefastamente introducidos en la practica de civilizaciones de tiempos atras, y afortunadamente abandonados.
Todo un conjunto de eufemismos han sido necesarios para enmascarar la
terrible denominacion propia de este vergonzoso espectaculo. Los tres mas
usuales, "Fiesta nacional", "corridas", o "bullfighting", han sido
bastante eficaces en su empeño.
La "fama" que se exporta a otros paises con esta verguenza representa,
fundamentalmente, una equiparacion de lo español a lo barbaro, en el
sentido mas salvaje del termino. La ironia facil e inmediata de todo
ciudadano de cualquier pais hacia cualquier ciudadano del nuestro que
viaje fuera de nuestras fronteras, lo lleva en el mejor de los casos a
verse re-bautizado con la palabra "matador", y la consecuente
predisposicion a esperar de semejante salvaje cualquier reaccion extraña o
violenta.
En cualquier caso, recordemos lo que decia Gandhi: "La grandeza de una
nacion y su progreso moral se pueden juzgar por el
modo en que sus animales son tratados."
Entre todos podemos evitar que esta absurda masacre continue sucediendo en nuestro pais. Somos mayoria. Y tenemos razon. Declaremos nuestras ciudades, una a una, lugares libres de "corridas".